Amigas con beneficios

Querida Mary Jane;

Me temo que esta carta no va a ser fácil de leer para ti, pero hay muchas cosas importantes que realmente necesito decirte ahora y sabes como escribir las cosas me ayuda a organizar mis pensamientos.

Primero que todo (y quizás es lo más importante) quiero tomarme el tiempo de recordarte cuanto te aprecio. Fuiste mi primer amor y nunca olvidaré los días mágicos de apasionado descubrimiento que compartimos cuando nos conocimos ¡estaba tan enamorada de ti! Eras la chica de la que mi mamá me había advertido. Lo que, claro, fue un plus añadido a tu considerable mística en esa época. Siempre era divertido pasar tiempo contigo, aunque a veces me metías en problemas. Eras popular entre los bacanes (a diferencia de lo nerd que era yo) y cuando empezamos a estar juntas pensé que tu rebeldía casual me hacía ver sofisticada. Además, todos a los que quería conocer parecían ya estar al tanto de ti y siempre que te llevaba a una fiesta se me hacía fácil hacer amigos.

Mientras nos hacíamos más íntimas te volviste mi compañera constante ¡Todo parecía mucho más divertido cuando estábamos juntas! Me encantaba ir al cine contigo, me encantaba irnos de campamento y explorar al aire libre, me encantaba ir a cenar contigo; incluso apreciaba mucho el hecho de estar en casa en silencio contigo ¡Y sabes cuánto disfrutaba tu compañía en la en la bañera!

Además, siempre estuviste ahí para mí cuando te necesité. Me ayudaste a relajarme cuando estaba muy alterada y siempre aliviabas mis pequeños dolores cuando no me sentía bien ¿Recuerdas cuando estuve con nauseas durante días y fuiste la única capaz de ofrecerme algo de solaz?

Quiero que sepas que no he olvidado nada de eso y nunca lo haré. No solo eso, quiero que sepas que realmente deseo con todo mi corazón que encontremos alguna manera de ser amigas. Hay aspectos de mí misma que solo tú puedes hacer surgir y ¡realmente quiero que seas parte de mi vida!

Pero… (sabías que venía un pero, ¿verdad? Lamento prolongar esto) Pero la realidad de situación es que hemos estado creciendo en direcciones separadas desde hace un tiempo. Estoy segura de que sabes a qué me refiero.

No es tu culpa. Yo soy la que ha cambiado y acepto toda la responsabilidad por eso. Últimamente estoy muy ocupada con proyectos importantes (algunos de los cuales tú ayudaste a inspirar) y simplemente no tengo tanto tiempo libre para pasármela contigo como antes. SÉ que realmente quieres ayudarme con esos proyectos pero tratar de trabajar en alguno de ellos contigo puede volverse un poco como dejar que mi sobrina de cuatro años me “ayude” a hacer unas galletas ¿sabes? Puede ser muy divertido pero no ayuda a hacer el trabajo bien o más rápido.

Creo que vimos venir esto durante mucho tiempo, pero realmente me di cuenta cuando recientemente pasamos un par de meses separadas. Por supuesto que te extrañé pero también tuve la oportunidad de redescubrir algunas cosas acerca de mí misma que casi había olvidado con los años y siento que puedo sacar mucho provecho de explorar esos elementos perdidos de mi personalidad con mayor profundidad.

Hay algunas cosas que me han empezado a hacer que me moleste contigo desde hace mucho tiempo, pero solo he logrado articularlas hace poco. Para decirlo con franqueza (y de nuevo me disculpo si esto suena demasiado duro) ¡estoy cansada de tu actitud pasivo-agresiva. Listo, lo dije. Como cuando te la pasas pidiendo pizza y llenando el refrigerador de helado cuando sabes que estoy tratando de comer comidas más saludables. ¿por qué sigues extraviando las llaves del carro “accidentalmente”? ¿por qué siempre me animas a procastinar cuando sabes que estoy ajustada con el tiempo? ¿y por qué siempre tratas de hacerme sentir que te necesito para lidiar con mis problemas de ansiedad? Me hace sentir dependiente al extremo. La ansiedad es una parte natural de la vida y de alguna manera me las arreglé para estar bien cuando estuve lejos de ti ¿no es así?

Pero es todavía más preocupante que se me ha hecho más y más obvio que sutilmente has estado saboteando mis otras amistades importantes. Estoy pensando específicamente en Morfeo, mi amigo de la infancia, con quien tuve un largamente esperado reencuentro durante nuestra reciente separación. Para ser sincera, me llevó a tener maravillosas y exquisitas aventuras lúcidas casi cada noche que estuvimos separadas; ¡y tengo que admitir que disfrute cada minuto! Había olvidado cuanto lo quería y francamente me parece sospechosa la facilidad con la que pude volver a tener acceso a su reino tan pronto como me alejé de ti. Quiero decir… ¿estabas muy celosa? ¿Por eso tratabas de hacerme sentir tanta flojera de salir a jugar con mis amigos? Trataste de convencerme de que te necesitaba para defenderme de la temida "Enfermedad de la Sobriedad", pero resulta que pasada una semana, el estado natural tiene muchas cosas como para recomendarlo. Pero tú no querías que me entere de eso, ¿no es así? Siempre parecías tener alguna excusa para arrastrarme de vuelta a tus brazos, siempre que casi me las arreglaba para sacarte de mi sistema durante el tiempo suficiente como para notar que la sobriedad puede ser un estado bioquímico en sí mismo fascinante.

La incómoda verdad es que me has estado poniendo nerviosa últimamente. No es algo que hayas dicho o hecho. Puede ser simplemente que mi metabolismo está cambiando, o quizás simplemente estoy madurando. Pero desde que tomamos ese receso en la relación, el simple hecho de estar cerca de ti me llena una especie de un descontento ansioso. Tal vez es solo una etapa que tenemos que superar para juntas algún día, cuando las dos tengamos una idea más clara de lo que queremos realmente de la relación.

Espero que esto no se convierta en una carta de despedida. Como dije, has sido una inspiración invalorable para mí y me rompería el corazón que perdiéramos contacto. Solo creo que sería beneficioso para las dos si pasamos un poco más de tiempo separadas. En parte es porque quiero explorar más mi relación con Morfeo. Pero más que eso, es que quiero saber quién soy por mí misma. Hemos estado juntas la mitad de mi vida ¿sabes? No he sabido lo que es ser yo misma desde que estaba en la universidad. Creo que se simplemente algo con lo que tengo que reencontrarme durante un tiempo.

¡Estoy tan orgullosa de tus recientes logros! Te deseo la mejor de las suertes en tus próximas batallas legales. ¡Resiste! Realmente pienso que es solo cuestión de tiempo. Buena suerte con tu trabajo médico también. Eres una sanadora extraordinaria y creo firmemente que estás en camino a establecer la gran credibilidad y aceptación social que tanto te mereces.

Espero que puedas entender a donde quiero llegar con esto y no te lo tomes demasiado personal. Solo necesito un poco de tiempo para mí por ahora. Estas cosas pasan. Y como te dije, estoy segura de que eventualmente voy a querer verte de nuevo, pero creo que sería mucho más saludable llegar a alguna clase de arreglo del tipo “amigos con beneficios” en vez de volver a ser compañeras a tiempo completo.

¡Oh mi dulce, dulce Mary Jane! Nunca me arrepentiré del tiempo que pasamos juntas. Jugaste una parte importante en convertirme en quien soy ahora y estaré por siempre agradecida. Gracias por todas las risas, las lecciones, las revelaciones, las aventuras divertidas, el confort, la inspiración y, sobre todo, por darme tu única y fascinante perspectiva de la vida.

Este no es el final, vieja amiga. Es solo otra oportunidad de transformación.

Con aprecio;

El Hada del Té.

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Artículo original aquí

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