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¿Quieres paz? Deja de identificarte con tus pensamientos

  • Foto del escritor: espiritugaspar
    espiritugaspar
  • 14 may 2014
  • 4 Min. de lectura

“¡MIs pensamientos me están volviendo loco!” “Si tan solo pudiera desconectar mi mente, sería feliz”. Nuestros pensamientos a menudo nos abruman, nos confunden, nos frustran e incluso parecen torturarnos. Hay momentos en que desearíamos tener un botón que pueda apagar nuestra mente, uno que pudiera apagar de alguna manera la “maquina ruidosa de la cabeza” y nos dé paz.


Sin embargo, lo que los grandes sabios y místicos nos han dicho una y otra vez es que la solución NO está en tratar de librarnos de nuestros pensamientos, sino en detener nuestra tendencia robótica y habitual de identificarnos con ellos. Esta tendencia, dice el gran maestro Nisargadatta, es la responsable de nuestro sufrimiento:


“Para mí, mí ser no es percibible ni conocible; no hay nada acerca de mí que pueda señalar y decir: “esto soy”. Ustedes se identifican con todo con mucha facilidad. Yo lo encuentro imposible. La sensación de “no soy esto ni aquello, nada de esto es mío” es tan fuerte en mí que tan pronto como un pensamiento aparece, inmediatamente aparece la intuición de que “no soy esto.”

Nisargadatta Maharaj

Así que resulta que no es el pensamiento mismo el que causa nuestra infelicidad, sino el hecho de que nos IDENTIFICAMOS con él. Identificarte con algo significa creer que ese pensamiento eres TÚ. Es como tu fotografía en tu DNI o tu brevete.


“Nuestra imagen de nosotros mismos no es estable, no se puede confiar en ella porque siempre está cambiando”

Mooji


No importa que tan buena o mala sea tu fotografía, ¿eres tú realmente? ¿Eres esa foto? No, no lo eres.


De la misma manera, tus pensamientos nunca son tu verdadero TÚ, porque los pensamientos vienen y van pero TÚ siempre estás presente. TÚ sabes que tienes pensamientos, tus pensamientos no saben que existen. Como dice Mooji, “Los pensamientos se reportan contigo, tú no te reportas ante ellos”


Es por esto que creer en nuestros pensamientos lleva al sufrimiento; porque estamos poniendo nuestra atención/identificación en una apariencia mental temporal y efímera. Porque los pensamientos son inherentemente inestables nos sentimos inestables cuando nos identificamos con ellos.


Manteniéndote en casa


Entonces, ¿Cuál es la alternativa? Es esta: Mantente en casa. No dejes tu centro. No te muevas. Quédate quieto. Deja que tu atención se funda en el silencio. Punto cero. Date cuenta de que ya eres consciencia pura. No hay razón para ir a buscarla en algún lugar. Solo puede haber una contemplación transparente, el nítido reconocimiento de la luz de la consciencia que está al tanto de estas palabras sin esforzarse, y que no depende de ellas para existir.


Puesto de manera más simple, los pensamientos te necesitan a TI para existir, TÚ no los necesitas a ellos. Por eso, para que tus pensamientos se crean a sí mismos necesitan de tu cooperación. Más específicamente de tu energía ¿Por qué? Porque obtienen la energía que necesitan para convertirse en una creencia de la única fuente posible: Tu ATENCIÓN. Deja de darles poder a tus pensamientos (a través de tu atención/interés) y ¿qué es lo que pasará? Como un ventilador que se desenchufa, las paletas empiezan a girar cada vez más despacio hasta que eventualmente se detienen.


La cuestión es que no puedes fingir. Si todavía crees en tus pensamientos, y en consecuencia, en el sufrimiento, es porque sigues interesado en ellos en cierto nivel. Recuerda que hemos estado creyendo en ellos durante décadas así que sé paciente contigo mismo; puede tomar un tiempo para que tus pensamientos pierdan su encanto y su atractivo.


“No soy un objeto para la consciencia sino su fuente, su testigo. Pura consciencia informe.”

Nisargadatta Maharaj


Sé por mi propia experiencia, y por conversaciones que he tenido con las personas que vienen a mis reuniones sobre Eckhart Tolle en Santa Mónica dos veces al mes, que no es fácil dejar ir nuestra identidad “personal”. Después de todo, es todo lo que hemos conocido durante toda nuestra vida. Pero ese es el punto exactamente: Es lo que sabes pero no lo que ERES.


Muchas personas desean sinceramente ser libres pero una parte de ellas mismas tiene miedo de entregarse al silencio. Imaginan que sus vidas se volverán aburridas o que simplemente se sentarán en el mueble a comer comida chatarra y ver televisión todo el día. Este cuento sólo es el débil intento de la mente de mantenerse ocupada. La verdad es que la mente no tiene idea de cómo es el despertar por la simple razón de que el momento presente está más allá del tiempo y los pensamientos toman tiempo. Por eso, un pensamiento no puede despertar.


De cierta manera le estás enseñando a tu mente que está bien que descanse y que la llamarás si requieres de su servicio. La mente es útil para asuntos prácticos y de supervivencia pero es terrible como jefa. Como dice Eckhart “La mente es una maravillosa sirviente pero un terrible amo”


¿Por qué es tan difícil desapegarse de nuestros pensamientos? Porque los confundimos con lo que SOMOS. Es la forma en que los parásitos existen en la naturaleza. Engañan al anfitrión para que piense que son parte de él, así no se dispara ninguna alarma. Si piensas que algo eres tú entonces simplemente lo aceptas y fin del asunto.


Pero olvidamos que los pensamientos están hechos de lenguaje y el lenguaje debe aprenderse –y el aprendizaje toma tiempo- así que durante los primeros meses de tu existencia no tienes consciencia de tus pensamientos y aun así existes perfectamente bien. Esto solo puede significar una cosa: ¡Tú no ERES tus pensamientos!


Sin embargo, simplemente aceptar este argumento no alivia ningún sufrimiento ¿Por qué? Porque el entendimiento sigue siendo intelectual, sigue siendo conceptual. Esto debe ser visto directamente por uno mismo. Es la propia experiencia personal la que permite al entendimiento penetrar en nuestro ser para ser vivido.


Pensamientos finales


Cuando creemos en nuestros pensamientos, sufrimos. La paz ocurre espontáneamente cuando la adicción a identificarnos con nuestros pensamientos se rompe. Cuando esto sucede, se puede descubrir que la Vida no necesita que te identifiques con tus pensamientos para funcionar. De hecho, la buena noticia es que la existencia funciona mejor sin “ti”. De cierta manera, el “Yo” es lo que bloquea el flujo natural y armónico de la Vida. En otras palabras, cuanto menos “tú” más amor.


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Artículo original, aquí.


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